15 de abril de 2012

El duro ajuste del kirchnerismo (la "Sintonía Fina") derrumba el nivel de vida de provincias ricas como Mendoza

15 de Abril de 2012


ARGENTINA :  SE INCREMENTAN LAS VICTIMAS DEL PLAN DE AJUSTE  “SINTONIA FINA”


Bares y restaurantes semivacíos: la gente dejó de darse "gustitos"



Que Mendoza o Tucumán tenga sueldos bajos en comparación con otras provincias y al mismo tiempo figure entre las más caras del país, no es sólo un dato que se refleja en las estadísticas.

En esta época de franca escalada de precios, las cuentas no cierran para miles de familias que ya desde hace un tiempo dejaron atrás esos “gustitos” que antes lograban regalarse al menos una vez a la semana, para focalizarse en estirar el dinero al máximo posible para llegar a fin de mes con algo de mercadería en las alacenas.

Salir al cine o a bailar; comer en un restaurante o llevar a los chicos a los juegos del shopping, son sólo una parte de las actividades que muchos mendocinos han dejado de incluir entre sus gastos.

Es que si de prioridades se trata, lo primero es pagar los impuestos, mandar a los hijos a la escuela y que ningún alimento falte en la mesa.

Pero además del entretenimiento, en la lista de cosas que van quedando “para más adelante”, muchos han tachado el número del delivery al que llamaban cuando tenían visitas, mientras que otros decidieron no volver a tomarse un taxi aunque deban esperar el colectivo más de media hora. Incluso ir de vacaciones y hasta comer el asado del domingo son por ahora lujos de los que no todos pueden disfrutar.

Para ellas, por ejemplo, el recorte también incluye ir a la peluquería de manera mucho más distanciada que antes o salir a caminar a algún espacio verde para saltear la cuota del gimnasio. Angélica  Escobar (47) y su hermana Graciela (46) son de esas mendocinas que, después de estar al frente de su hogar toda la vida, decidieron buscar actividades un poco más relajadas.

Pero ahora, cuando salir a tomar un café con medialunas cuesta como mínimo 30 pesos (6 dólares), las mujeres apelaron a la imaginación y remplazaron el entorno de la cafetería o  el restaurante por un paseo al aire libre.

Es que lo importante para ellas es tener siempre ese momento de charla que tan bien les hace. “Ahora sólo podemos salir a comer un día al mes, como mucho. La plata no alcanza y uno sigue trabajando para pagar deudas”, comentó Angélica, sentada en un banco de la plaza España.

Desde que la entrada al cine cuesta entre 27 y 36 pesos (5,45 dólares y 7,25) por persona (depende del día), Sofía Olivares (16) dejó un poco de lado su pasión por la pantalla grande.

“Antes salía a ver una película cada dos semanas, ahora que todo está tan caro puedo ir como máximo una vez por mes”, contó la joven. Para Johana Dávila (22), el ‘recorte’ tuvo que ser mucho más notorio. Es que desde hace un año y medio la joven está buscando empleo sin obtener resultados y la única entrada de dinero es la que logra su esposo.

“Salir a cenar ni pensarlo, porque al menos cuesta 150 pesos” (30,30 dólares), expresó Johana. Para no dejar de lado el momento de compartir con sus seres queridos, la chica apela a las juntadas en casa, ya sea con amigos o con la familia. Es que de este modo, los gastos se achican bastante.

“Dividimos las compras y de este modo no es tan costoso para nadie”, explicó la joven mamá y agregó que un servicio sacrificado fue la carga mensual en la tarjeta de televisión satelital.


BILLETERAS  VACÍAS


En el bolsillo de los jubilados, el aumento generalizado de los precios tiene un peso aún mayor. Américo Micheletti tiene 77 años y después de toda una vida de trabajo, el dinero que le es depositado en su cuenta todos los meses no supera los 1.900 pesos (384 dólares)


La mayor parte de los gastos, comenta, se le va en remedios y comida. Por eso, es consciente de que no puede desperdiciar  ni una moneda.

Cuando viaja al centro, siempre lo hace en ómnibus. “Ni pensar en tomar un taxi. Hasta para ir al médico tengo que caminar y andar en micro”, expresó el hombre mientras esperaba el colectivo en una parada de calle Montevideo del centro de la ciudad.

Ser coqueta por estos días también tiene un precio elevado. “Hemos notado que hay clientas que vienen más distanciado que antes a hacerse el color por ejemplo. Está más flojo que el año pasado”, aseguró Maxi, estilista del staff de Pascual Porco. Según detalló el profesional, este ‘ajuste’ incluye a mendocinas de todas las edades y de distinto poder adquisitivo.

Como consumidor, él tampoco quedó exento de las estrategias para llegar a fin de mes.

En su caso, por ejemplo, la churrasquera emana aroma a asado solamente una vez cada dos semanas y ya no todos los domingos. Es que sin pensar en mayores lujos, hay que decir que el kilo de carne para llevar a la parrilla cuesta nunca menos de 40 pesos (8,10 dólares).

Este año Maxi, al igual que Américo, tampoco pudo irse de vacaciones porque “siempre existen otras prioridades en el cúmulo de gastos”.

Mónica Vallejos (26), por su parte, prefirió poner bajo la lupa los 150 pesos (30,30 dólares) que abona todos los meses para mantenerse en forma. “Este mes no me alcanzó el dinero para el gimnasio, así que tendré que hacer los ejercicios en casa o salir a correr”, confesó la joven.


(Fuentes: http://www.losandes.com.ar y contexto.com.ar)






 

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